"We are proud"
RELATOS CORTOSAMISTAD
Daniela Cademartori


Nosé si tanto proud me dió ir al San Patricio. Siempre me sentí diferente. Hija de trabajadores comunes, un viajante y una ama de casa. Sin doble apellido, sin tierras, sin quincho, asador y pileta. Es probable que la conciencia de clase que tengo haya salido de ahí, y de eso si estoy orgullosa.
Entré en jardín y me fui de esas aulas a los 18 años. Recuerdo ese primer día, miraba a mi papá y a mi mamá irse por la ventana y sólo quería morir. Todos nuevos para mi, muchos se conocían y eran amiguitos desde el año anterior. Los primeros bullyng llegaron en esa época, porque tenía un pie dimunuto. Lo sigo teniendo, pero ¿por el tamaño del pie? ¡Que bizarro! Después por no usar zapas de marca. Creo que hasta 6to o 7mo no tuve las súper Nike o Rebook que estaban de moda.
Primaria y secundaria. Mis viejos siempre me decían que la educación era lo único que podrían dejarme, por eso la elección de ese colegio. Doble escolaridad, casi más tiempo que una jornada de trabajo de 8 hs. porque siempre vivimos en el centro y el colegio en YB. Agradezco esa educación, aprendi mucho, hablo inglés y bla. La inteligencia es mía.
De la primaria me acuerdo de quedarme a comer. De hacer mil maldades con Sofea. De Perucho, el transportista. De cuando se me pegó el miqui moco en el techo. Del patio de Quinto donde me caí y la cicatriz todavía la tengo en la rodilla. Del campito. De Miss Tuti que la odiaba y me daba miedo, también Miss Feli y la pedagoga que no me acuerdo pero que no entendía una de infancias. De Miss María Eugenia que la tuvimos varios años seguidos, su dulzura en la enseñanza, sus rulos dorados. De muchos cumpleaños y comuniones. Del perro de la Guada que era un caballo, el Murdock y la historia de cuando Richard saltó de una a la punta de la puerta reja que era altísima, igual que el cagazo que daba ese perro. Ñoquis viene de esa época, Gastón me lo puso en una partida de tateti perdida. Si hubiera ganado, él sería el Dumbo.
De la secundaria hay mil recuerdos más. Una mini sentada que hicimos andá a saber porque a penas entramos sintiéndonos grandes y rebeldes. Los primeros amores, los primeros porros y las primeras embriagadas. Las Lomitas, la Barraca, Casapueblo. Los viajes, el Bocha, las semanas del colegio. Sentarme primera con la Guada. Ella a la izquierda y yo a la derecha. Que me diga Krosty por mis rulos despeinados a diario. Sus carteles insuperables. Llevarme 7 materias a marzo, pero no quedar de curso. La muerte de Rodrigo. Chapar con un compañero casi toda la secundaria y nunca ser nada más. Nuevas amigas también llegaron: Cote, Ale, Pato, Pauli, Cami, la María. Algunas siguen siendo parte de este camino.
Las mil veces que nos yuteamos, que tomamos cerveza en el drugstore de la esquina, que hablamos mal de los vagos porque tipo eran re tarados y nosotras unas re piolas bárbaras. Dormir la siesta en el árbol. Que Lau la colombiana, me invite algunos mediodías a su casa y que esa comida no pueda olvidarla. Las pafas, las ashules, las nosé que. Grupos, subgrupos, minigrupos. Yo en todos obvio. Y será que de estar en todos después no me quedé en ninguno. Y tampoco me da orgullo, pero el devenir de la vida te pone en veredas que no se encuentran.
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