Tan temprano

SALUD MENTALFICCIÓNRELATOS CORTOS

Daniela Cademartori

Atardecer del 14 de noviembre de 2016. Suena el celular en varias

oportunidades. Juli llamando. No quiero atender pero la insistencia da

paso a esos pensamientos apocalípticos del estilo ¿y si le pasó algo? ¿Si le

robaron en la calle y la arrastraron 2 cuadras?

Julieta es mi hermana, la que me queda. Porque ese día me llama para

decir que mi otro hermano, Martín, se suicidó.

Te subiste al árbol, colgaste la soga que ya habías amarrado. Bajaste. Te

subiste a la silla. Rodeaste tu cuello con esa redondel y empujaste la silla

hasta caerte y quedar colgado. Asfixia. Ahorcamiento.

¿Pensaste en nosotros mientras te quedabas sin aire? ¿Por qué no dejaste

una carta, una frase, un mensaje? ¿Llorabas de rabia, de emoción, de

tristeza?

Te sueño. Escucho tu voz grave relatando algo cotidiano, por que cuadras

caminaste, que comiste al mediodía. No dejes de aparecer, tengo miedo

de olvidar tu tono y cadencia al hablar.

Hace 8 años que en las comidas familiares el suicidio y la salud mental no

son temas que se nombren, muy a mi pesar.

Hace 8 años te llevo tatuado en mi libertad.

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